LAS PINTURAS NEGRAS DE GOYA.



Las pinturas negras de Goya son 14 murales que pintó en una casa a las afueras de Madrid llamada la Quinta del Sordo, unos años antes de partir para el exilio en Francia siendo ya muy mayor y estando enfermo por intoxicación por pigmento blanco de albayalde. No tienen una relación de significado entre ellas, pero sí muestran una unidad estilística.
    
Los murales de la Quinta del Sordo (1819-1823) no se conservan en su lugar original, se arrancaron de las paredes de yeso y traspasados a lienzos y restaurados posteriormente. La finca fué derribada y hoy se exponen casi todos en el museo del Prado. Fueron pintados sobre los huecos de otras pinturas de paisajes que había en la casa cuando se compró. Goya pintó sobre el yeso con óleo, usando mucho negro y casi sin usar el blanco que él mismo hacía y que le causó la intoxicación que le afectaba. En esa casa vivió sus cuatro últimos años en España antes de partir al exilio en Francia. Pudo cambiar de estilo viendo que podría exiliarse, como sugiere la referencia del museo del Prado, por lo tanto tuvieron que ser pintados como una herencia o compendio crítico de sus sentimientos hacia la España convulsa que le tocó vivir. Unos años antes Fernando VII lo destituyó como pintor de cámara y preveía represalias hacia él por afín a las ideas liberales.
La temática es cercana a la poética de lo Sublime de la pintura inglesa, pero nos muestra casi todos los temas de su trayectoria, ahora con un toque pesimista o caricaturesco.
No se mostraron en España hasta finales del siglo XIX.